Hay algo discretamente radical en entrar en un espacio, ya sea digital o real, donde la intimidad no es un secreto. Es una decisión. Nada de ruido ni de neón, sino suave, privado y arraigado en el cuidado. En Guadalajara, el placer adulto se está convirtiendo en bienestar personal. No es algo comprado por impulso, sino algo elegido con intención. Cuando alguien busca un juguete de silicona o un gel calmante, no es un escándalo, es autoconocimiento. Este cambio está transformando la forma en que se percibe la intimidad: como algo considerado, incluso relajante. Porque cuando los sentidos están en paz, el cuerpo escucha mejor. Y eso lo cambia todo. Donde el volumen no es frío, es confianza Detrás de cada escaparate de boutique y estante para adultos hay una decisión que comenzó mucho antes de la venta. Se toma en trastiendas, en oficinas silenciosas o a altas horas de la noche, buscando juguetes sexuales al por mayor que no escatimen en gastos. Los minoristas quieren un inventa...